Detengámonos hoy en el mundo de los terapeutas estudiados por Bandler y Grinder. A comienzos de los ´60, Perls deja su Instituto
de Gestalt en Nueva York y se traslada a California para enseñar su modelo de
intervención más como forma de vida que como terapia. Dos años más tarde
procede a asociarse al Esalen Institute, el centro de estudios
interdisciplinarios creado por Michael Murphy (1930) y Dick Price (1930-1985)
bajo el auspicio, entre otros, de Bateson, y que en breve llegará a cobrar
fama internacional dado su fuerte espíritu contracultural. Tanto que en
los primeros años van a coincidir en su cuerpo
docente, nombres de la talla de Arnold Toynbee, Paul Tillich, Carl Rogers,
Burrhus Skinner o Virginia Satir. Esta última, a finales de los ´50, en Palo
Alto, también California, había cofundado el Mental Research Institute (MRI),
pionero en entrenamiento sistémico familiar. Erikson por su parte
-quizá el menos convencional de los tres- con su particular enfoque
hipno-terapéutico como forma de autosugestión orientada a recabar en las posibilidades del inconsciente desde la generación de una fuerte empatia entre profesional y paciente, fue el único que
espacialmente no se hallaba en la costa californiana. Desarrolló la casi
totalidad de su trabajo psiquiátrico en el Hospital Estatal de Worcester,
Massachusetts.
Tres nombres, pero sobre todo tres enfoques -el
existencial-humanista, el del futuro Human Potential Movement, el sistémico
en tanto comunicación reticular y el de la hipno-terapia en el sentido de
técnica intuitiva: el más claro antecedente de la posterior terapia breve
centrada en las soluciones (TBCS), variable también del enfoque sistémico- que
si bien comparten una situación epocal común, beben, a la par que contribuyen,
de una experiencia teórica particular. En efecto, de diferentes maneras forman parte de aquella periférica red intelectual a la que hoy llamamos
“universidad invisible” o “escuela de Palo Alto” creada en la periferia de San Francisco. Hasta allí había llegado en 1949
Bateson a trabajar en su Hospital Psiquiátrico: el Veterans Administration y en
1959, Donald Jackson (1920-1968) junto a Satir como ya dijimos, funda el MRI,
para el que inmediatamente contratan como colaborador a Paul Watzlawick
(1921-2007). También participan del grupo, Erving Goffman, Jay Haly, John
Weakland y William Fry. Del otro extremo de la red, interesan nombres como los
de Ray Birdwhistell (1918-1994) y Albert Scheflen (1918-1994).
Ahora bien, para
entender el trabajo y significación de Palo Alto digamos, que si bien toda la red de teóricos y terapeutas ha estado
mayormente dominada por lo antropológico y lo psiquiátrico, sus miembros,
sin excepción, fueron abandonando lo que podríamos denominar en palabras de
Thomas Khun (1922-1996) sus “matrices disciplinares”, es decir, la constelación
de proposiciones científicas con las que originalmente se vinculaban [BATESON,
G.- (VV. AA.). La nueva comunicación, Kairós, Barcelona, 1987, pp. 27, 81]. De
este modo, entrecruzando saberes, experiencias y contrastaciones, terminaron por
reconfigurar fundamentalmente la comprensión del hecho comunicativo y desde allí, todo lo que en
base a la comunicación se vinculase a lo humano.
En breve, más sobre estos cambios en lo comunicativo...
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