martes, 23 de mayo de 2017

Autocuidado, emociones e historia (II)

Respecto a las emociones, históricamente algunos han proclamado que debe buscarse su armonía, otros que solo hay que cultivar la alegría o el placer; otros en cambio, que cualesquiera que sean han de experimentarse, pero también existen quienes dicen que hay que negarlas o descartarlas. En el fondo, posturas que responderían a dos grandes orientaciones: una que las dotaría de significación y otra que no. 

Dentro de las teorías que les reconocerían significado, las emociones vendrían a referirse a la conservación, y el desarrollo, el cumplimiento de deberes y la realización de intereses de todo individuo, con lo cual, implícita o explícitamente, se estaría reconociendo que la naturaleza necesariamente racional de la naturaleza en la cual el hombre vive no es tal. Por contrapartida, las teorías que no le reconocerían significado, al considerar el mundo como una totalidad racional perfecta, garante de la existencia y necesidades individuales, obviamente no conciben espacio para el ´pensamiento confuso` (Spinoza, Leibniz, Wolff) y la ´accidentalidad empírica` (Hegel) que serían las emociones.

Revisando sumariamente la historia de la filosofía, Platón en el Filebo (Sócrates vs. Protarco) contrapone dolor y placer, esto en relación a los dominios de la razón, el apetito (componente positivo) y el espíritu (componente negativo) en los que dividía a la psijé (mente) o alma. Trilogía que en la actualidad se correspondería con la cognición, la motivación y la emoción psicológicas. 

Aristóteles por su parte, en su Retórica, entiende las emociones como toda afección del alma acompañada siempre de un dolor o placer que advertirían del valor que para la vida tienen las afecciones mismas. De este modo, a diferencia de Platón, las partes del alma, racional e irracional, conformarían una unidad, con lo cual las emociones vendrían a poseer o vincularse con elementos racionales como las creencias y las expectativas, de donde que pueda considerarse como un precursor de las teorías cognitivas de la emoción.