martes, 23 de febrero de 2010



"Diente de León".
Un espacio terapéutico y de crecimiento (I).


Nuestros antepasados supieron ver en la Naturaleza los designios de la Vida, por eso, observarla, escucharla e interpretarla fue clave para el conocimiento de sí mismos y del entorno. Por eso, te proponemos que, de esa Naturaleza, contemplemos uno de sus milagros. El del "diente de león" y que a esa pequeña maravilla le dediquemos nuestra "escucha activa".

Cuando veamos un campo repleto de ellos, con sus bolitas de pelusa blanca, tengamos en cuenta que estamos frente a un viejo superviviente. A un experto en adaptación, capaz de ser inmune tanto al fuego como a los animales de madriguera.

Intentemos percibir su evolución, su cambio de flor intensamente amarilla a esa pelusa conformada por un sin fin de confiadas semillas. Tan confiadas, que no tienen miedo a ser vapuleadas por cualquier ráfaga de viento. Seguramente porque saben que con ello se están produciendo incontables y esperanzados nacimientos.

Creemos que estas características, este sentido de adaptación, inmunidad, evolución y cambio hacen del "diente de león" el ejemplo perfecto para nuestra propuesta. "Diente de León" quiere ser un espacio terapéutico y de crecimiento. Como la flor misma: de raíces firmes, pero flexible a la vez. Delicado, sútil y rico en sugerencias.

Propuesta, sugerencias, que interconectadas pueden fecundar el propio campo o el de los otros: como si fuesen semillas-personas preparadas para vuelos libres, intrépidos y plenos. Creemos que estas capacidades, motivan suficientemente nuestro nombre y ofrecimiento.

El "diente de león" nos dice que los seres humanos podemos conseguir lo que él, tanto a nivel personal como en los ámbitos donde nos desarrollamos. En "Diente de León" lo creemos así, por eso te invitamos a que sigas nuestra propuesta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario