Contaba una joven religiosa que muy agobiada fue a consultar a su acompañante espiritual: "Mire, padre, estoy muy preocupada. Es que, cuando estoy mejor en la capilla, es cuando no hago nada, ni pienso en nada; simplemente estoy". El sacerdote sonrió: "No se preocupe, hermana, acaba de descubrir el silencio". La religiosa no se fue muy convencida. ¿Cómo podía alcanzar aquella paz interior sin pensar, reflexionar, sin leer algo? Y sin embargo, estando así simplemente, saboreaba una quietud y una alegría que nunca hasta entonces había disfrutado.
Otra, sacada de unos magníficos versos de Benedetti:
Que espléndida laguna es el silencio
allá en la orilla una campana espera
pero nadie se anima a hundir un remo
en el espejo de las aguas quietas.
Y la última, la del dinamismo que transmite Ana María Schlüter -religiosa, filósofa y maestra zen- cuando dice que: "el silencio es regresar a casa". Una invitación a liberarnos de todo lo que no somos ni nos deja ser. De ahí el temor al silencio mismo; fundamentalmente por identificarlo con la soledad y el vacío, cuando en realidad se trata de una soledad acompañada y de un vacío lleno de posibilidades.
Esperamos que los tres aportes os gusten y sobre todo os ayuden con vuestro silencio.
Quedamos como siempre a vuestra disposición, llamadnos o escribidnos.
Perpetuo Socorro 4, oficina 3 - 50006 Zaragoza
coachsergiolopezcastro@gmail.com
616 023 822
Os dejamos un saludo cordial.
Una reflexión muy interesante y muy bien ilustrada.
ResponderEliminarMe quedo con esa frase final definiendo el silencio: "se trata de una soledad acompañada y de un vacío lleno de posibilidades".
Recuerdo ahora un singular y valioso documental que viene al caso: "El gran silencio" (2005). En 1984 el director alemán Phillip Gröning pidió permiso a la Orden de los Cartujos para rodar una película en el interior de uno de sus monasterios. Le dijeron que era demasiado pronto. Dieciséis años después recibió una llamada y se inició el rodaje de esta experiencia audiovisual única, que muestra por primera vez el día a día dentro del "Grande Chartreuse", el monasterio de referencia en los Alpes franceses de la Orden de los Cartujos. Ganadora de numerosos premios, su frase promocional ya es bastante reveladora: "Solo en el silencio más absoluto se empieza a oír. Solo cuando se prescinde del lenguaje se empieza a ver".
Aquí dejo un par de 'perlas' más.
ResponderEliminarMayte Pandelet (religiosa clarisa): “Una de las mayores carencias del presente en nuestra cultura occidental es que no tenemos tiempo, capacidad o amor para oír a nadie. Todos quisiéramos, sin embargo, tener alguien que nos tomase tan profundamente en serio y con tanta despreocupación de sí mismo, que ante él pudiéramos, sin rubor, expresar todo aquello que sentimos, anhelamos o vivimos”.
Enlace a la 2ª reflexión: https://app.box.com/s/tcp137qis9m26khvyfri
Abrazo.
Gracias Fénix, gracias Agustín por vuestras "perlas". A partir de ellas, nuestra siguiente publicación...
ResponderEliminarUn abrazo colmado a ambos.