Veíamos hace poco, como gran parte de nuestras enfermedades y malestares tienen su origen en pensamientos que nosotros mismos generamos. En ideas capaces de crear falsas experiencias de la vida o bien convertirse en conductas limitantes que, una vez instaladas terminamos por asumir como algo que no podemos cambiar. Con esto tiene que ver también, aquello que decíamos respecto a las decisiones caducadas sobre las que insistimos e insistimos.
Es por eso que Leonardo Di Caprio, casi al principio de "Origen", la última película de Christopher Nolan, dice que no hay "parásito" más resistente que una "idea". Un principio de resonancias muy PNL (aunque la metáfora "parásito" sólo se entienda en el contexto del film) que en este caso sirve para montar una fantasía genial. Pero en sí, un principio clave para ver lo que son nuestras posibilidades a partir del ejercicio y el entrenamiento adecuado de la mente. Y esto, aunque ahora el desafío nos llegue a través del ropaje del cine.
Solemos saber "qué" pensamos, pero "cómo" y "por qué" pensamos así -el punto donde se encierran nuestras limitaciones y decisiones caducadas- es una cuestión en la que no entramos, por comodidad o por miedo. ¿No será entonces hora de entrar? Y como en "Origen", instalar las ideas que nos hagan ser y hacer de mejor manera.
Y otra cosa... sí vais a verla, o ya lo hicisteis, os proponemos un desafío: observad qué idea instala en nosotros el director, a través del juego realidad-sueño, consciente-inconsciente... Luego nos contáis...
“Origen” (“Inception”) ha sido, sin duda, una de las grandes películas de este verano y, para muchos (me incluyo), ya un clásico de su género. ¿Qué idea nos “inocula”? Que la realidad es un concepto relativo y subjetivo. Y que el origen o comienzo de todo está en nuestra mente, en lo que creemos. La idea como “motor” que nos inspira, que nos anima, que nos motiva… La idea como germen del pensamiento y este del sentimiento. Nuestra identidad condicionada por nuestra percepción…
ResponderEliminarPor eso “Origen” de Christopher Nolan no es sólo un mero entretenimiento, porque te atrapa mientras la ves y luego te deja pensando… ¡qué gran película!